Primeros de marzo, y según la tradición desde hace unos años, toca escapadita de chicas. Nuestro destino fue la Provenza #Provenzachic.
Marsella fue nuestra primera parada. Llegamos en el AVE directo de @RenfeSNF desde Barcelona. Un trayecto de 4 horas de relax, en el que aprovechamos para charlar, leer y disfrutar del paisaje a través de las ventanas panorámicas. Todo un acierto.
Llegamos alrededor de las 21.00 así que fuimos directas a un encantador hotel ubicado justo delante del puerto, el Hotel La Residence du Vieux Port. Un hotel estiloso que combina detalles de los 50s con la tecnología y la comodidad de la actualidad. El personal es encantador y su restaurante muy recomendable. Aunque creo que uno de sus valores añadidos es que todas las habitaciones tienen vistas al viejo puerto.
Teníamos sólo un día completo para conocer la ciudad así que bien pronto por la mañana comenzamos nuestra visita con un taller sobre los jabones los conociodos jabones de Marsella. En una tienda llamada La Grande Savonnerie, nos explicaron alguno de los secretos de los jabones más famosos del mundo.
Continuamos nuestra visita en metro hasta el barrio de Joliette ¿Sabías que la Marsella tiene sólo dos líneas de metro ? Sorprende teniendo en cuenta que es la ciudad más grande en extensión del país y la segunda en población.
Joliette es un barrio que ha sufrido una gran transformación en los últimos años para pasar de un barrio obrero a una de las zonas más de moda, moderna y de negocios de la ciudad.
Allí se encuentran dos de los centros comerciales más importantes: Les Docks (con tiendas de diseñadores independientes) y Les Terrasses du Port. con marcas conocidas y una preciosa terraza en el ático del edificio con vistas al mar.
Después de hacer algunas compras, fuimos caminando hasta un restaurante llamado l'Embarcader dónde disfrutamos de la gastronomia local con unos exquisitos platos especializados en carnes.
Nuestra siguiente parada fue La Catedral de la Major dónde se mezclan estilos bizantinos, románicos y góticos. El paseo hasta el faro nos acercó hasta el MuceM (Museo de las Civilizaciones Europeas en el Mediterraneo), visita obligada y símbolo del cambio económico, cultural y social tan significativo por el que ha luchado tanto la ciudad.
Con la "capitalidad de la cultura europea" en 2013, Marsella intensificó su lucha por relanzar su imagen deteriorada y mejorar la integridad social y cultural en los barrios más pobres que a su vez repercutió en la disminución de violencia.
Desde el MuceM, se puede acceder de manera gratuita a una rampa de lo más peculiar por la que llegas a la antigua Ciudadela, la otra parte del puerto. Este paseo por la rampa llama mucho su atención por la estructura de hormigón "perforado" que recubre la fachada del edificio.
Paseamos por el barrio de Panier y sus estrechas calles y al final de la tarde nos dirigimos en bus hasta el edificio multihabitacional de Le Corbusier. Por motivos de horario, no llegamos a tiempo de poder visitar uno de los apartamentos que se mantienen reservados para las visitas de este famoso arquitecto que revolucionó el mundo de la arquitectura con lo que para ahora nosotros es un edificio de viviendas tan habittual . Es por esta razón que si os interesa visitarlo, reservad visita guiada y reconfirmad horarios.
¡Un día con la agenda muy apretada, pero valió la pena!
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