Este fin de semana las Fashion Travel Bloggers tuvimos un encuentro muy especial. A través de un programa de televisión llegó a nuestros oídos la noticia de un albergue de Barcelona que por falta de clientela buscaba ayuda en profesionales que les asesorasen. Hasta aquí todo normal.
¿Que tenía se especial esta noticia?
El hotel es un albergue de Barcelona dónde el 99% de sus empleados son discapacitados. Este proyecto social sin ánimo de lucro lidera una iniciativa que pretende la integración social al mismo tiempo que crear empleo para un sector de la población con más problemas que el resto.
Rápidamente nos pusimos en contacto con ellos para conocer la situación del hotel, vivir la experiencia y valorar este proyecto tan innovador y osado. Así fue como organizamos nuestro encuentro en el albergue In Out de Barcelona.
Mientras Verónica y Roser decidieron acercarse al albergue en transporte público con Ferrocarriles Catalanes; Meritxell, Isabel, Is y yo decidimos ser más aventureras y acercarnos en coche. Te preguntarás: ¿aventureras? ¿En coche?.
Pues sí, porque en lugar de entrar por los Túneles de Vallvidriera, fuimos por el desvío del Tibidabo y nos perdimos. Dimos unas cuantas vueltas hasta que dimos con el albergue.
Allí nos esperaban Kika y Maria Jose, las fundadoras del In Out para acompañarnos durante nuestra visita por las instalaciones.
El albergue se encuentra en Barcelona, a los pies de Collserola, en un recinto de 50.000 metros cuadrados rodeados de jardines y bosques.
Hay 200 camas repartidas en tres edificios. Las habitaciones amuebladas con literas son espaciosas, cómodas, limpias y todas exteriores. Las hay con capacidad de 4,8 y 10 personas, habitaciones mixtas, sólo chicos o sólo chicas.
Uno de los detalles que más llama la atención es que el mobiliario del hotel es todo de segunda mano, no se tira nada, todo tiene un segundo uso. La mayoría de los muebles son donaciones de otros hoteles y restaurantes que decidieron renovar la decoración.
El albergue cuenta con varias salas de reuniones que se podrían utilizar tanto para eventos familiares o para empresas que prefieren darle un puntito vintage y prescindir de lo pomposo.
Cuando llegamos al restaurante los empleados nos estaban esperando con una enorme sonrisa dispuestos a servirnos con todos los honores.
El almuerzo en la terraza del restaurante fue distendido, relajado con unas vistas impresionantes de Collserola rodeados de manzanos. Por si te interesa, ofrecen menús diarios por 10 euros y menú de fin de semana.
Como no podía ser de otra manera, después de la comida acabamos descansando un ratito en la piscina. Pasamos la tarde relajadas y charlando un rato de nuestras cositas.
Con esta visita llegamos a dos conclusiones. El primero que es un alojamiento 100% recomendable y el segundo que ojalá hubieran más proyectos solidarios de este tipo.
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